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El dolor de cuello es algo desagradable y puede generar gran incomodidad. Cuando se localiza en la zona posterior del cuello, es fácil suponer que se trata de una contractura muscular. Sin embargo, cuando el dolor se percibe en la garganta, la causa puede no ser tan aparente. Aprender a reconocer una contractura cervical es el primer paso para detenerla y aliviar el dolor.

El cuello es una estructura orgánica compleja que incluye varios músculos poderosos. Estos músculos colaboran en el sustento de la cabeza y permiten que el cuello realice diferentes movimientos. Una contractura cervical ocurre cuando un músculo se contrae pero no puede volver a su estado de relajación, lo que resulta en rigidez y dolor.

¿Qué causa una contractura cervical?

Existen varias razones por las que los músculos del cuello pueden presentar una contractura dolorosa. Una causa común es mantener una postura forzada durante largos períodos, como cuando se pasa mucho tiempo frente a un ordenador. Otra causa puede ser un movimiento brusco, una caída o un golpe. El estrés y ciertas patologías, como la artrosis o las hernias, también pueden afectar la movilidad de los músculos del cuello y causar contracturas cervicales.

¿Cómo puede afectar a la garganta una contractura cervical?

Los músculos del cuello, incluyendo los ubicados en la garganta, pueden sufrir una contractura. Esto puede afectar tanto la parte interna del cuello, desde el paladar hasta la parte superior del esófago, como el área delantera o anterior del cuello. Por ejemplo, los nódulos de las cuerdas vocales son un ejemplo de contractura a nivel del interior de la garganta.

¿Cómo tratar una contractura cervical?

La primera acción a seguir para tratar una contractura cervical es eliminar, en lo posible, el motivo que la ha causado. Esto puede incluir disminuir el nivel de estrés, ajustar la altura de la silla frente al ordenador o cambiar el colchón o la almohada que no brindan un buen soporte al dormir. Si se puede eliminar la fuente del problema, es más probable que se pueda deshacer del dolor y evitar recaídas.

Los masajes son de gran ayuda para que los músculos contracturados recuperen su elasticidad. Además, es importante acompañar los masajes con la aplicación de un producto sanitario externo que tenga efectos inmediatos. Estos productos rompen el ciclo de dolor-contracción-dolor, permitiendo que el músculo se relaje y se alivie la presión sobre nervios y vasos sanguíneos.

Una opción recomendada es el Fisiocrem Spray Active Ice, que ayuda a que el dolor cese tan pronto como se aplica. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el cese instantáneo del dolor no significa que el órgano haya sanado por completo. El Fisiocrem Spray Active Ice permite que el músculo se concentre en sanar gradualmente.

Cambiar hábitos, corregir la mala postura al estudiar o trabajar, hacer pausas frecuentes para rotar el cuello y estirar los músculos, así como practicar actividades deportivas de bajo impacto o ejercicios como el yoga, son formas efectivas de minimizar los riesgos de padecer una contractura cervical dolorosa.

¡No permitas que una contractura cervical arruine tu bienestar! Conoce sus causas, reconócela a tiempo y toma medidas para aliviar el dolor y prevenir futuras molestias. Tu cuello te lo agradecerá.

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